lunes, 21 de noviembre de 2011

Sacralizar nuestra vida con Su Nombre

La quietud y el silencio son importantes para iniciar la meditación.
Como todas las cosas,al continuar con la disciplina también aprendemos a meditar en nuestras actividades.Repetimos el mantra en todo momento,en lo cotidiano.

En realidad,meditar no nos lleva a entrar en una burbuja de indiferencia,sino a sacralizar cada acto de nuestra vida.

Recordamos también,la enseñanza de nuestros maestros en el arte de la oración:"de orar sin cesar",Poco a poco,dejamos que Él nos guie a su encuentro.Y así lo reconocemos en Su Palabra,en nuestros hermanos,en cada día de nuestras vidas.

Su Presencia y Amor,son constantes,y lo percibimos en la dinámica de la meditación que nos lleva a confiar plenamente.
Él siempre está!.       

1 comentario:

vonrosen dijo...

La toma de conciencia es fundamental , observar la mente sin identificarse con los estados que ella misma crea logramos el desapego, claramente sin practica no hay mayor progreso pero con practica si.
En el silencio el ser se manifiesta , como un fuego misterioso transformandonos .